Llenos de gracia es una expresión que se utiliza en la tradición cristiana para describir a personas que se consideran bendecidas o favorecidas por Dios con dones especiales, virtudes excepcionales o protección divina. Esta expresión se originó en el Saludo del Ángel a María, madre de Jesús, en el Evangelio de Lucas, donde se dice: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lucas 1:28).
En la teología católica, María es conocida como la "llena de gracia" por su papel único como la madre de Jesús, que fue concebido sin pecado original. Se considera que María fue agraciada por Dios con una bondad, pureza y cercanía divina especiales.
Además de María, la expresión "llenos de gracia" puede referirse a otras personas que se consideran especialmente favorecidas por Dios o que demuestran la presencia de la gracia divina en sus vidas a través de virtudes como la bondad, la generosidad, la compasión y la rectitud moral.
En resumen, estar llenos de gracia es ser bendecido por Dios con dones y virtudes especiales que nos permiten vivir de acuerdo con su voluntad y ser instrumentos de su amor y misericordia en el mundo.
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